Forma del pelo  

El patrón o forma del cabello viene influenciado por la circunferencia del mismo, a su vez determinada por la estructura de la fibra y su composición en proteínas. De esta forma, este parámetro determina sus propias características, influye en los cuidados o tratamientos que pueda necesitar, y afectan a la habilidad de conservar su longitud.

El pelo liso suele ser un pelo fino que puede volverse fácilmente graso y brillante, ya que la grasa del cuero cabelludo baja por el tallo del cabello más fácilmente. Es más común en las personas asiáticas. El cabello naturalmente ondulado, suele ser más grueso, normalmente tiene ondas y el grado de encrespamiento puede ser variable. El cabello rizado se muestra recto cuando está mojado y vuelven a ser rizados cuando se secan claros y elásticos. Finalmente, el cabello muy rizado o ensortijado suele ser muy grueso, con diferente grado de compactación de los mismos. Este es más frecuente en población con ascendencia africana.

Diferentes estudios han podido observar que esta estructura del cabello viene determinada por la organización diferencial de las células del bulbo y la fibra completa de cada cabello, así como por la composición y la acumulación también diferencial de queratina y sus proteínas asociadas a la fibra del cabello. Adicionalmente, la forma del cabello también puede variar con la edad, entre otras cosas debido a que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo se reducen con el tiempo.