Cáncer de endometrio

El cáncer endometrial es el tipo más común de cáncer ginecológico en los países desarrollados. Se origina en el endometrio, que es la capa mucosa que recubre el interior de útero, donde las células comienzan a crecer de forma descontrolada. Su prevalencia es baja (8.4 casos/100,000 habitantes) y, en general, presenta un buen pronóstico debido a la sintomatología temprana que permite una detección precoz.

Se desconoce la causa exacta del cáncer endometrial, sin embargo, sí que se han identificado ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que aparezca. Entre ellos están:

• Desequilibrios hormonales. Fluctuaciones anormales en los niveles de estrógenos y progesterona causan cambios en el endometrio, sobre todo si esto supone un aumento de los niveles de estrógenos y disminución de progesterona. Esto puede ocurrir en el síndrome de ovario poliquístico y en mujeres obesas.
• Más años de menstruación. Mujeres con menarquias precoces y/o menopausias más tardías presentan un mayor riesgo de padecer este tipo de neoplasia.
• Embarazos: Las mujeres que han tenido, al menos, un embarazo tienen menor riesgo de padecer cáncer de endometrio.
• Uso píldora anticonceptiva. Las mujeres que toman tratamiento anticonceptivo durante largo tiempo presentan un menor riesgo de padecer cáncer de endometrio.
• Más del 90% de los casos de cáncer de endometrio se diagnostican en mujeres de más de 50 años.
• Síndromes de cáncer hereditario, como el síndrome de Lynch o el cáncer colorrectal hereditario no polipósico, aumentan el riesgo de padecer este tipo de cáncer. Poseer mutaciones en los genes BRCA1/2 también aumenta la predisposición.

El cáncer de endometrio suele presentar sintomatología incluso en las fases iniciales del mismo, lo que facilita su detección precoz. Entre los síntomas, los más comunes son:

• Sangrado, manchado u otra secreción vaginal inusual: Aproximadamente el 90% de las pacientes diagnosticadas con cáncer endometrial presentan sangrado vaginal anormal, tal como un cambio en sus periodos menstruales o un sangrado entre periodos o después de la menopausia.
• Dolor de la pelvis y/o pérdida de masa y peso: Un dolor en la pelvis, sentir una masa (tumor) y/o perder peso inesperadamente también pueden ser síntomas de cáncer de endometrio. Estos síntomas suelen ser más comunes en las últimas etapas de la enfermedad.

Aunque cualquiera de estos puede ser causado por otras afecciones distintas al cáncer, resulta importante consultar ante cualquiera de estos síntomas.

La mayoría de los casos de cáncer de endometrio no pueden ser prevenidos, pero hay algunas acciones que pueden reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. La mejor manera de reducir el riesgo es intentar evitar o minimizar los factores de riesgo. Las recomendaciones generales serían:

• Estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, practicando ejercicio físico de forma regular y promoviendo la pérdida de peso en mujeres obsesas o con sobrepeso.
• Combinar la toma de estrógenos con progesterona para tratar los síntomas de la menopausia. Esta combinación puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, por lo que se recomienda consultar con el médico.
• Toma de píldora anticonceptiva. El uso de este tipo de fármacos reduce el riesgo de neoplasia de útero y puede ser útil en mujeres con riesgo alto.
• En el caso de presentar síndromes hereditarios de predisposición como los arriba nombrados (síndrome de Lynch, etc) en los que las pacientes tienen un riesgo muy elevado de cáncer de endometrio, puede considerarse la histerectomía como medida preventiva.