Cardiopatía coronaria

La cardiopatía coronaria es la enfermedad causada por la presencia de aterosclerosis en las arterias coronarias. La aterosclerosis es la acumulación de lípidos y células inflamatorias en las paredes sanguíneas, un proceso lento y silencioso que lleva al estrechamiento de los vasos y la potencial falta de oxígeno de los tejidos. Es la principal causa de cardiopatía isquémica, pudiendo conducir al infarto de miocardio.

La cardiopatía coronaria es la responsable de hasta un tercio de las muertes de mayores de 40 años en los países desarrollados. Además, se estima que la mitad de los varones y un tercio de las mujeres sufrirán alguna manifestación de cardiopatía en estas regiones a lo largo de su vida. Por tanto, se trata de un importante problema de salud a nivel mundial.

Además de los factores de riesgo genético, cuya contribución parece ser importante, existen también factores de riesgo no genéticos que pueden aumentar notablemente la probabilidad de sufrir cardiopatía coronaria. Entre ellos:

• El envejecimiento aumenta el riesgo de daño a las arterias.
• Debido al factor protector de los estrógenos, los hombres tienen más riesgo de sufrir cardiopatía que las mujeres. Sin embargo, tras la menopausia el riesgo se iguala.
• Tabaquismo y exposición pasiva al humo del tabaco.
• Hipertensión arterial no controlada.
• Niveles altos de colesterol en sangre. La hipercolesterolemia puede provocar la formación de placas de ateroma en los vasos sanguíneos con el consecuente estrechamiento de los mismos.
• Diabetes.
• Sobrepeso y obesidad.
• Sedentarismo.
• Estrés.
• Dieta no saludable. El consumo elevado de grasas saturadas y azúcar puede aumentar el riesgo de cardiopatía coronaria.

Además, aunque en menor medida, hay otros factores de riesgo como presentar alguna enfermedad de origen autoinmune, como artritis reumatoide o lupus, que pueden aumentar el riesgo de aterosclerosis.

Se trata de una condición heterogénea cuyos síntomas varían de una persona a otra, pudiendo ir desde la ausencia total, hasta síntomas graves que pueden poner en peligro la vida.

Lo más habitual es que, en sus inicios, el estrechamiento de las arterias por la presencia de placas de ateroma no provoque ningún síntoma. Sin embargo, a medida que la placa continúa acumulándose, pueden manifestarse los siguientes signos y síntomas:

• Dolor agudo en el pecho. Se conoce como “angina” y se trata de un dolor repentino que suele ocurrir en el lado medio o izquierdo del pecho. Puede sentirse como una opresión. Puede ser desencadenado por el estrés físico o emocional y suele desaparecer a los pocos minutos.
• Falta de aire. Si el corazón no puede bombear la sangre con la suficiente eficacia, puede desarrollarse falta de aliento o fatiga.
• Ataque cardiaco. Es el signo más severo causado por una arteria coronaria en la que el flujo sanguíneo se ve completamente interrumpido. En este caso, es habitual sentir una opresión muy importante en el pecho, dolor en el hombro o brazo y/o falta de aire y sudoración.

Debido a la importante contribución de los factores ambientales en el desarrollo de la cardiopatía coronaria, hay acciones que pueden llevarse a cabo para disminuir de forme efectiva el riesgo de sufrirla. Entre ellos:

• Control de la presión arterial.
• Mantener los niveles de colesterol y triglicéridos bajos.
• Mantener un peso saludable.
• Dieta saludable, evitando el consumo de alimentos ultraprocesados y ricos en grasas y azúcares..
• Práctica regular de ejercicio físico.
• Evitar el humo del tabaco.
• Control del estrés.
• Controlar los niveles de azúcar y mantener controlada la diabetes en caso de presentarla.