Cefaleas

Es el síntoma neurológico más común, con una prevalencia mundial del 50% en adultos al menos una vez al año. Dentro de la cefalea se incluye la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimos, aunque también puede ser secundaria si se relaciona con otra patología subyacente (traumas, infecciones, etc.). Afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas por igual.

Las cefaleas primarias están causadas por la hiperactividad o alteraciones en las estructuras sensibles al dolor de la cabeza. La actividad química del cerebro, los nervios o los vasos sanguíneos que rodean el cráneo, o los músculos de la cabeza y el cuello (o alguna combinación de estos factores) pueden influir en su desarrollo.

Además, pueden ser desencadenadas por factores relacionados con el estilo de vida entre ellos:

• El alcohol, especialmente el vino tinto.
• Ciertos alimentos, como las carnes procesadas que contienen nitratos.
• Cambios en el sueño o falta de sueño.
• Malas posturas.
• Omisión de comidas.
• Estrés.

La cefalea consiste en un dolor en cualquier región en uno o en ambos lados de la cabeza, aislado en un lugar determinado o generalizado, irradiado a través de la cabeza desde un punto, o de calidad visceral. Puede aparecer como un dolor agudo, una sensación pulsátil o un dolor sordo. Los dolores de cabeza pueden desarrollarse de forma gradual o repentina, y pueden durar desde menos de una hora hasta varios días.

Actualmente no hay medidas para prevenir la aparición de las cefaleas, sin embargo, hay diversas medidas que pueden tomarse para disminuir y espaciar el número de brotes.

• Dormir aproximadamente entre 6 y 8 horas, manteniendo un horario regular tanto en jornada laboral como en días de descanso.
• Comer regularmente cinco veces al día una dieta equilibrada. Evitar cantidades excesivas de azúcares, cafeína, alcohol y alimentos procesados, así como mantener una buena hidratación.
• Hacer ejercicio moderado para reducir el estrés y mantenerse físicamente en forma. No obstante, el exceso, ciertos tipos de ejercicio o los patrones inconsistentes pueden ser desencadenantes de cefaleas.
• Reducir el estrés, mediante meditación y otros ejercicios de relajación profunda.