Colestasis intrahepática del embarazo

Trastorno en el que los ácidos biliares no son liberados por completo por el hígado de las gestantes durante el segundo y tercer trimestre de embarazo, aumentando su concentración en sangre y líquido amniótico. Ocurre en cerca del 0,2-2% de las mujeres embarazadas, y aunque no implica gravedad para la mujer y revierte tras el parto, incrementa el riesgo de consecuencias severas para el feto.

Se desconocen las causas exactas de esta alteración en el funcionamiento digestivo de la mujer embarazada. Las hormonas del embarazo parecen estar implicadas, dado que pueden ralentizar el flujo normal de la bilis. Otros factores que pueden favorecer la colestasis intrahepática durante la gestación son:

• Antecedentes del colestasis intrahepática en embarazos previos. Cerca del 60%-70% de las mujeres presentan esta condición de forma recurrente en embarazos posteriores, pudiendo llegar al 90% en casos graves.
• Antecedentes personales previos de daño o enfermedad hepática incluyendo colelitiasis o infecciones por Hepatitis C o B.
• Embarazos gemelares o múltiples.
• Técnicas de reproducción asistida.

El picor intenso generalmente nocturno sin sarpullido es el principal síntoma, en la mayoría de las mujeres en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, o incluso en algunas embarazadas en todas partes del cuerpo, no obstante, tras el parto, suele desaparecer en pocos días.

• Otros signos y síntomas menos comunes incluyen.
• Ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos).
• Náuseas.
• Pérdida de apetito.

Las consecuencias sobre la madre gestante se limitarían a malabsorción de grasas que podría desencadenar problemas de coagulación sanguínea, pero se trata de una complicación muy poco frecuente. Sin embargo, sobre el feto en desarrollo, se podrían dar complicaciones más graves como sufrimiento fetal, inhalación de meconio parto prematuro o muerte fetal intrauterina.

En la actualidad el conocimiento disponible acerca de la colestasis intrahepática del embarazo no permite su prevención temprana. No obstante, como con otras patologías seguir una dieta sana y equilibrada con mucha fruta y verdura fresca puede contribuir a reducir el riesgo de colestasis o su gravedad, así como otros problemas durante el embarazo.