Hiperplasia prostática benigna

La próstata es una pequeña glándula que ayuda a producir el semen y su agrandamiento no maligno es una condición médica común en hombres mayores, llegando a afectar al 80% a partir de los 80 años.

La próstata es una glándula que, por lo general, sigue creciendo durante el transcurso de la vida. La causa de este agrandamiento benigno no está del todo clara, aunque se cree que puede deberse a cambios en el equilibrio de las hormonas sexuales de los hombres a medida que envejecen.

Además de la edad, que es el factor de riesgo más importante, se han descrito algunos otros:

• Antecedentes familiares.
• Diabetes y enfermedades cardiacas pueden favorecer su aparición.
• La obesidad y el sobrepeso pueden aumentar el riesgo de hiperplasia de próstata.

Los síntomas suelen aparecer progresivamente, aunque a veces no empeoran o incluso mejoran con el tiempo. Entre los más frecuentes se incluyen los siguientes:

• Necesidad de orinar frecuentemente o con urgencia, sobre todo por la noche.
• Dificultad para comenzar a orinar.
• Flujo de orina débil y goteo tras la micción.
• Vaciado incompleto de la vejiga tras la micción.

Aunque de forma menos frecuente, pueden producirse complicaciones asociadas a la HBP, como la incapacidad para orinar, infecciones recurrentes de las vías urinarias, desarrollo de cálculos en la vejiga o incluso daño renal.

No existen formas eficaces de prevenir la hiperplasia benigna de próstata. Sin embargo, mantener un hábito de micción adecuado no reteniendo innecesariamente la orina, retrasará la aparición de síntomas y es una medida preventiva eficaz para las complicaciones asociadas.