La hipertensión arterial es una patología crónica caracterizada por un incremento continuo en las cifras de presión sanguínea. Es una enfermedad silenciosa potencialmente grave directamente relacionada con la enfermedad coronaria, accidentes vasculares, insuficiencia cardiaca o insuficiencia renal. Tiene una alta prevalencia con más de un tercio de la población afectada, siendo el principal motivo de consulta médica en el mundo.
Hipertensión arterial
Existen dos tipos de hipertensión:
- Hipertensión primaria, que es la que sufren la mayoría de los adultos para que la que no hay una causa directamente identificable.
- Hipertensión secundaria, que es aquella causada por una enfermedad subyacente como enfermedad renal, apnea del sueño, tumores de la glándula suprarrenal, problemas de tiroides o el uso de algunos medicamentos, entre otros.
Además de tener en cuenta lo anterior, la hipertensión arterial puede verse favorecida por múltiples factores de riesgo:
- En la mayoría de los casos se desarrolla en personas adultas y su incidencia aumenta con el paso de los años.
- Es más habitual en hombres hasta la menopausia, momento en el que el riesgo se invierte.
- Origen étnico. Es más frecuente en personas con ascendencia africana, con un mayor índice de complicaciones.
- Sobrepeso u obesidad.
- Falta de actividad física
- El consumo de tabaco no solo aumenta la presión sanguínea, sino que sus compuestos pueden dañar las paredes de los vasos aumentando el riesgo de complicaciones.
- Dieta con alto contenido en sodio.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Estrés.
- Ciertas enfermedades crónicas, como la apnea del sueño o la enfermedad renal crónica.
- Embarazo.
Síntomas
La mayoría de las personas hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad, en la mayoría de los casos no va acompañada se síntomas evidentes. Por ello, es muy recomendable evaluar la presión arterial periódicamente.
En algunas ocasiones pueden presentarse algunos síntomas leves como cefaleas, sangrados nasales, ritmo cardiaco irregular o alteraciones visuales. Entre las posibles complicaciones que se pueden producir por una hipertensión arterial mantenida están:
- Angina de pecho.
- Infarto de miocardio por obstrucción de la llegada de sangre al corazón.
- Insuficiencia cardiaca y/o renal.
- Aneurismas, con el consecuente riesgo de rotura.
- Ritmo cardiaco irregular.
Prevención
La hipertensión arterial es una patología controlable en la mayoría de los casos. Los hábitos de vida más importantes para prevenirla son:
- Mantener una alimentación saludable, limitando la cantidad de sodio (sal) y de alcohol.
- Realizar actividad física regularmente.
- Mantener un peso saludable, evitando la obesidad y el sobrepeso.
- Dejar de fumar. El hábito de fumar causa daños en los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de tener presión arterial alta. Además, puede empeorar los problemas de salud relacionados con la hipertensión.
- Controlar el estrés y aprender a manejarlo.
Cuantos más cambios se realicen en el estilo de vida, más probabilidades hay de que la presión arterial disminuya y se eviten los problemas de salud relacionados con esta enfermedad.
Número de variantes observadas
13,5 millones de variantes
Número de loci de riesgo
230 loci
Genes analizados
Bibliografía
UK Biobank Database. Hypertension, Data-Field 20002 [Version Feb-2022].
World Health Organization (WHO) [April 2022]
Centers for Disease Control and Prevention (CDC) [April 2022]