Psoriasis

Enfermedad crónica con un origen debido a una hiperactividad del sistema inmunológico que afecta mayoritariamente a la piel y uñas. Suele implicar periodos en los que no hay síntomas o son leves, seguidos de otros en los que son más graves pudiendo afectar en gran medida a la calidad de vida. Es un trastorno frecuente para el que se ha estimado una prevalencia mundial cercana al 2-3%.

Las células cutáneas nuevas generadas por el organismo ascienden desde las capas profundas de la piel hasta las más superficiales donde se encuentran las células más viejas que se van desprendiendo. Este proceso que ocurre en condiciones normales en máximo de 4 semanas, en la psoriasis se acelera a 3-7 días, por lo que las células inmaduras se acumulan en las capas superficiales de la piel causando los síntomas asociados.

El sistema inmunológico parece ser el responsable de este recambio acelerado ya que dirige su respuesta frente a las células sanas de la piel, lo que desencadena que se produzcan células cutáneas sanas a mayor velocidad. Se desconoce con exactitud la causa esta activación del sistema inmune, sin embargo, además de la contribución genética se han descrito diversos desencadenantes o factores de riesgo que inician los brotes:

• Lesiones en la piel, cortes, rasguños, picaduras de insectos, quemaduras solares.
• Infecciones cutáneas, respiratorias, otitis, bronquitis o infecciones de garganta específicamente por estreptococos.
• El clima, especialmente el frío y la sequedad.
• Consumo excesivo de alcohol.
• Fumar y la exposición pasiva al humo del tabaco.
• Estrés.
• Cambios hormonales, sobre todo en las mujeres, durante la pubertad y la menopausia.
• Determinados fármacos: litio, antimaláricos (cloroquina), antihipertensivos (enalapril, propranolol) antiarrítmicos (quinidina) antiinflamatorios (ibuprofeno, indometacina). También la retirada rápida de corticoides orales o sistémicos.
• Presentar simultáneamente otros trastornos inmunitarios.

Los síntomas suelen aparecer entre los 15 y 35 años, aunque también puede afectar a niños y a personas mayores. Existen varios tipos de psoriasis, Psoriasis en placas o vulgar, la más común que afecta principalmente a la piel, psoriasis del cuero cabelludo, psoriasis de las unas, psoriasis en gotas en ocasiones desencadenada tras infecciones de garganta por estreptococos, psoriasis inversa que afecta principalmente a los pliegues inguinales, glúteos y senos, psoriasis pustulosa y psoriasis eritrodérmica. Además, existe otra entidad relacionada con la psoriasis que afecta a las articulaciones conocida como artritis psoriásica.

La mayoría de los tipos de psoriasis tiene ciclos, con brotes que duran semanas o meses y que luego disminuyen o incluso entran en remisión. Los signos y síntomas que pueden variar de una persona a otra, pero entre los más comunes dependiendo del tipo se incluyen:

• Parches de piel rojiza cubiertos de escamas gruesas y plateadas.
• Pequeños puntos escamados.
• Piel seca y agrietada que puede sangrar o picar.
• Picazón, ardor o irritación.
• Uñas engrosadas, picadas o acanaladas.
• Articulaciones inflamadas y rígidas

Las áreas más comúnmente afectadas son la espalda lumbar, los codos, las rodillas, las piernas, las plantas de los pies, el cuero cabelludo, la cara y las palmas de las manos.

Pese a que se desconocen las causas que desencadenan los brotes de psoriasis, se pueden adoptar ciertas medidas para reducir la sintomatología o incluso los brotes:

• Mantener la piel hidratada empleando cremas y lociones preferiblemente espesas, o tópicos en caso del cuero cabelludo. Para ayudar a eliminar las escamas, aplicar crema sobre ellas y luego cubrir la zona con plástico u otro material impermeable. Dejarla durante unas horas y luego retirarla. Otra alternativa consiste en el empleo de humidificadores en el hogar.
• Mantener una higiene de la piel, para tratar el desarrollo de infecciones cutáneas.
• Evitar el clima seco y frio en la medida de lo posible.
• Mantener un peso saludable realizando ejercicio físico regular y manteniendo una dieta equilibrada rica en frutas y vegetales.
• Dejar de fumar y evitar las zonas cargadas con humo de tabaco.
• Evitar el estrés.
• Moderar el consumo de alcohol.
• Limitar la exposición de la piel a la luz solar.

Es importante tratar de identificar los factores que desencadenan los brotes de psoriasis en cada persona de forma específica para así poder evitarlos.