Rinitis alérgica

La rinitis alérgica es un conjunto de síntomas que afectan a la nariz y a los senos paranasales. Suele desencadenarse por alérgenos como el polvo, los ácaros o el pelo de gatos y perros. Es un trastorno muy frecuente, afectando a entre un 20-40% de la población global.

El factor de riesgo más importante para la rinitis alérgica es el componente genético. Tener un familiar de primer grado afectado, puede aumentar hasta un 75% la probabilidad de padecerla.

Sin embargo, además de lo anterior, existen diversos factores ambientales que también contribuyen a su desarrollo, entre los que destacan:

• Tener alergias o asma.
• Sufrir dermatitis atópic o eczema.
• Vivir en un ambiente de exposición continua a alérgenos, humo u olores que irritan el epitelio nasal.
• Tener una madre que fumó durante el embarazo y/o primer año de vida.

Suele ser una condición crónica con síntomas que pueden aparecer continuamente o ser estacionales, desencadenados por la exposición a alérgenos (polen, ácaros, pelo de mascota, etc). Los síntomas incluyen:

• Goteo de la nariz y congestión nasal
• Picor y enrojecimiento de los ojos
• Tos y estornudos
• Picor nasal y de garganta
• Piel azulada o inflamada bajo los ojos
• Dificultad para dormir y cansancio

No existe una forma eficaz de prevenir el desarrollo de la rinitis alérgica aunque sí de reducir la sintomatología, evitando la exposición a alérgenos desencadenantes y tomando medicamentos adecuados para su control.