La presión arterial diastólica es la presión ejercida entre latidos cuando el corazón está en reposo. El estudio de los niveles de presión arterial es de suma importancia, especialmente cuando se detecta un aumento en los mismos, ya que esto constituye un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Niveles de presión sanguínea diastólica
La presión arterial es una medida que representa la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias. Esta medida se presenta en dos cifras: la presión arterial sistólica (PAS), que refleja la fuerza generada por el corazón al bombear la sangre, y la presión arterial diastólica (PAD), que corresponde a la presión ejercida entre latidos cuando el corazón está en reposo.
La evaluación periódica de la presión arterial diastólica y sistólica es fundamental para el control de su salud cardiovascular, ya que permite detectar y prevenir posibles problemas cardíacos y vasculares. El valor de PAD normal se encuentra por debajo de 80 mmHg.
En el caso de tener un valor de PAD igual o menor de 60 mmHg nos encontramos en una situación de presión arterial baja o hipotensión. En este caso, es posible que el individuo no experimente ningún síntoma evidente, o bien, sufra mareos, visión borrosa, desmayos, fatiga, náuseas o dificultad para concentrarse.
Si el valor de la presión arterial diastólica (PAD) es igual o mayor a 90 mmHg, se considera como presión arterial alta o hipertensión. En la mayoría de los casos, esta condición no se manifiesta con síntomas claros, aunque una presión arterial muy elevada puede causar síntomas similares a los de la hipotensión, como mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza intenso, dolor en el pecho, confusión, ansiedad y visión borrosa. La hipertensión es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares, incluyendo enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
Entre los factores de riesgo que modifican los niveles de presión arterial diastólica y sistólica se encuentra:
- Edad avanzada.
- Antecedentes familiares.
- Inactividad física.
- Consumo de alcohol y tabaco.
- Dietas ricas en sal, grasas saturadas y trans.
- Los antidepresivos, las píldoras anticonceptivas hormonales y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) pueden aumentar la presión arterial; mientras que, los diuréticos, los medicamentos para tratar la disfunción eréctil (viagra), algunos antidepresivos (doxepina) y los alfa- y beta-bloqueadores disminuyen la presión arterial.
- Origen étnico. Los adultos afroamericanos tienden a mostrar valores de presión arterial más elevados que el promedio de la población mundial.
Los hábitos de vida saludables, como seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, mantener una actividad física regular y moderar el consumo de alcohol y tabaco, son herramientas que pueden ayudar a mantener la presión arterial dentro de los valores saludables, y de esta manera, reducir el riesgo de desarrollar patologías asociadas.
13,5 millones de variantes
323 loci
Bibliografía
National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) [March 2022]
Surendran P, Feofanova EV, Lahrouchi N, et al. Discovery of rare variants associated with blood pressure regulation through meta-analysis of 1.3 million individuals. Nat Genet. 2020 Dec;52(12):1314-1332.