La presión arterial sistólica es la presión ejercida por la sangre expulsada por la sístole ventricular contra la pared arterial. El estudio de los niveles de presión arterial es de suma importancia, especialmente cuando se detecta un aumento en los mismos, ya que esto constituye un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Niveles de presión sanguínea sistólica
La presión arterial es una medida que representa la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias. Esta medida se presenta en dos cifras: la presión arterial sistólica (PAS), que refleja la fuerza ejercida al expulsar la sangre desde el corazón, y la presión arterial diastólica (PAD), que corresponde a la presión ejercida entre latidos cuando el corazón está en reposo.
La evaluación periódica de la presión arterial sistólica y diastólica es fundamental para el control de su salud cardiovascular, ya que permite detectar y prevenir posibles problemas cardíacos y vasculares. El valor de PAS normal se encuentra por debajo de 120 mmHg.
En el caso de tener un valor de PAS igual o menor de 90 mmHg nos encontramos en una situación de presión arterial baja o hipotensión. En este caso, es posible que el individuo no experimente ningún síntoma evidente, o bien, sufra mareos, visión borrosa, desmayos, fatiga, náuseas o dificultad para concentrarse.
Si el valor de la presión arterial sistólica (PAS) es igual o mayor a 130 mmHg, se considera como presión arterial alta o hipertensión. En la mayoría de los casos, esta condición no se manifiesta con síntomas claros, aunque una presión arterial muy elevada puede causar síntomas similares a los de la hipotensión, como mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza intenso, dolor en el pecho, confusión, ansiedad y visión borrosa. La hipertensión es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares, incluyendo enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
Entre los factores de riesgo que modifican los niveles de presión arterial sistólica y diastólica se encuentra:
- Edad avanzada.
- Antecedentes familiares.
- Inactividad física.
- Consumo de alcohol y tabaco.
- Dietas ricas en sal, grasas saturadas y trans.
- Los antidepresivos, las píldoras anticonceptivas hormonales y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) pueden aumentar la presión arterial; mientras que, los diuréticos, los medicamentos para tratar la disfunción eréctil (viagra), algunos antidepresivos (doxepina) y los alfa- y beta-bloqueadores disminuyen la presión arterial.
- Origen étnico. Los adultos afroamericanos tienden a mostrar valores de presión arterial más elevados que el promedio de la población mundial.
Los hábitos de vida saludables, como seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, mantener una actividad física regular y moderar el consumo de alcohol y tabaco, son herramientas que pueden ayudar a mantener la presión arterial dentro de los valores saludables, y de esta manera, reducir el riesgo de desarrollar patologías asociadas.
13,5 millones de variantes
125 loci
Bibliografía
Evangelou E, Warren HR, Mosen-Ansorena D, et al. Genetic analysis of over 1 million people identifies 535 new loci associated with blood pressure traits. Nat Genet. 2018 Oct;50(10):1412-1425.
National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) [March 2022]