Dado el aumento de casos de diabetes y obesidad, es importante conocer cómo funcionan los sistemas de regulación de ingesta y por qué puede ser mayor la preferencia por alimentos dulces.
Preferencia por lo dulce
El dulce es uno de los cinco sabores básicos y de los únicos que es aceptado de manera global por todas las culturas y etnias de la tierra como uno de los sabores más placenteros. Se detecta principalmente en las papilas gustativas de la punta de la lengua. Los alimentos que poseen un alto contenido de carbohidratos son percibidos dulces y los saborizantes artificiales de proporcionar el sabor dulce se denominan edulcorantes.
Las moléculas dulces en la naturaleza son azúcares que se encuentran principalmente en las plantas (es decir, fructosa, sacarosa y glucosa), además de la lactosa que se encuentra en la leche de muchas especies, todas las cuales proporcionan una fuente de energía y dulzor. Se ha planteado la hipótesis de que la preferencia por el dulzor puede existir para identificar los alimentos ricos en energía (es decir, que contienen glucosa fácilmente disponible)
Los factores asociados a la preferencia por el dulce son multifacéticos e increíblemente complejos. Entre ellos podemos encontrar la edad, factores dietéticos, factores hormonales reproductivos, estado del peso corporal, heredable, pérdida de peso, sonido, personalidad, etnia y estilo de vida, exposición previa, enfermedad y "otros" determinantes.
Genes analizados
SLC2A2
Bibliografía
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Venditti C., Musa-Veloso K., et al. Determinants of Sweetness Preference: A Scoping Review of Human Studies. Nutrients. 2020 Mar; 12(3): 718.
